Las últimas restricciones a la adquisición de dólares impuesta por el régimen de Nicolás Maduro podrían incrementar aún más los ya vastos beneficios que Cuba recibe de Venezuela, al propiciar que un mayor número de turistas del país petrolero viajen a la isla para tener acceso a la moneda estadounidense.
Las medidas favorecen el turismo hacia Cuba al castigar los viajes a algunos de los destinos más frecuentados por los venezolanos, incluyendo a Miami, Bogotá y Lima, dijeron fuentes de la industria.
Pero también ayudaría a Cuba a convertirse en un importante polo en las operaciones de “raspacupo”, como se le llama a la ilegal práctica de retirar en efectivo los dólares otorgados al viajero en su tarjeta de crédito, para luego revender las divisas en el mercado negro.
“Ya Cuba había comenzado a ganar fama como un destino que brindaba facilidades para el raspacupo”, dijo desde Caracas un representante de una agencia de viajes que habló bajo condición de anonimato.
“Ahora hay más gente que quiere viajar [a la isla]”, dijo el representante, quien aseguró que en este momento es difícil encontrar cupo en los vuelos hacia La Habana.
Las medidas, anunciadas la semana pasada por el gobierno, recortan a $700 desde $2,500 el monto máximo de divisas extranjeras disponibles para quienes desean viajar a Miami, Lima, Bogotá, San José de Costa Rica o Panamá, ciudades que en los últimos años se han convertido en los principales destinos de los venezolanos.
Muchos de estos sitios han sido frecuentados con fines turísticos o de negocios, pero los venezolanos también encontraron en ellos locales dispuestos a pasar sus tarjetas para entregarles dólares en efectivo, a cambio de una tajada.
Y más recientemente, lo mismo comenzó a producirse también en La Habana.
Representantes de la industria consultados por el portal de internet de noticias La Patilla.com, dijeron que las medidas de Maduro, que mantiene el cupo en dólares para los viajes a Cuba en $2,500 por viajero, incrementan el atractivo de la isla para los que buscan donde “raspar” sus cupos en dólares.
“Cuba se ha convertido en el destino más buscado por los ciudadanos que se han dedicado a cometer delitos cambiarios”, dijo el informe publicado por La Patilla.
Jorge Gómez, quien trabaja en una agencia de viajes, dijo a El Nuevo Herald que las manifestaciones de interés para viajar a La Habana dieron un fuerte salto en los últimos días. “Ahora los viajes a La Habana están colapsados porque muchas personas lo están haciendo allá”, dijo Gómez.
Pero Gómez explicó que el fenómeno en realidad no es del todo nuevo, siendo una tendencia que había comenzado a cobrar fuerza desde hace algunos meses.
“Esto venía pasando desde hace ya algún tiempo, cuando la gente comenzó a descubrir que en La Habana también le raspaban la tarjeta a todo el mundo”, comentó Gómez.
El fenómeno del “raspacupo” se generalizó a lo largo de los últimos años, luego de que los venezolanos comenzaran a ver en el cupo de divisas un instrumento para obtener dinero.
Al inicio, la mayoría de las personas que no tenían planes de viajar sólo vendían su cupo a otra persona a cambio de una tarifa que en los últimos tiempos fluctuaba alrededor de los 20,000 bolívares. El comprador, luego viajaba al exterior para “raspar” varias tarjetas y regresaba al país con los dólares para venderlos en el mercado negro.
Pero el grueso de la población venezolana luego se enteró de que era relativamente fácil realizar el trámite por su propia cuenta, factor que propició una oleada de viajes al exterior.
La tendencia posteriormente se volteó hacia Cuba, cuando comenzaron aparecer en la isla lugares desde donde se podían “raspar” las tarjetas, explicó Gómez.
Este tipo de operaciones cambiarias son ilícitas pero brindan grandes ganancias dada la gran disparidad entre el tipo de cambio oficial de 6.3 bolívares por dólar, con que el cupo era otorgado antes de las medidas anunciadas la semana pasada, y la tasa del mercado negro, que la semana pasada se encontraba en 75 bolívares.
Con las medidas anuncias por Maduro, el tipo de cambio de los cupos de viajeros pasó a estar entre los 11.3 y los 20 bolívares por dólar, pero la operación sigue siendo rentable, a una tasa en el mercado negro que el jueves se encontraba en $79.69.
María Teresa Sayol, gerente de Operaciones en Omega Travel Solutions, dijo que actualmente es difícil encontrar espacio disponible en vuelos que salen de Venezuela, dado que la demanda por los vuelos excede ampliamente los boletos disponibles.
La situación es agravada por la abultada deuda que Venezuela mantiene con las líneas aéreas que operan en el país de $3,500 millones, y que ha llevado a algunas de ellas a suspender sus operaciones en el país sudamericano.
Eso está impactando severamente la oferta, catapultando a la industria a pasar por su propia crisis.
“Estamos todos muy preocupados [dentro de la industria]. Vendemos lo que conseguimos, confirmamos [los boletos que conseguimos] y agradecemos cuando conseguimos. Pero es difícil”, expresó.
Eso sí, la demanda de boletos no disminuye, dijo.
Escrito por: Antonio María Delgado en Twitter: @DelgadoAntonioM
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