Tras anunciar una devaluación esta semana, el Gobierno venezolano enfrenta una dura situación al quedar el país prácticamente aislado por vía aérea, luego de que las agencias de viaje suspendieran totalmente las ventas de billetes. La medida de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo (Avavit) se produce después de una ola de suspensiones de ventas de billetes por la casi totalidad de aerolíneas que comunican al país.
La primera en suspender las ventas fue Air Europa, seguida de Iberia, Lufthansa y Air France; entre el jueves y el viernes se sumaron la ecuatoriana Tame (Ecuador), Air Canada, TAP (Portugal), Copa Airlines (Centroamérica) y American Airlines y United Airlines (Estados Unidos). Las aerolíneas volarán para honrar los pasajes vendidos hasta esta semana.
El Estado arrastra una deuda con las aerolíneas de unos 2.800 millones de euros por concepto de venta de billetes. En el país se compran los pasajes en la moneda local, el bolívar, pero rige un control de cambio desde hace más de una década que obliga a las aerolíneas a gestionar las divisas directamente con la nación.
Esta semana, funcionarios del Gobierno sostuvieron una reunión con representantes de Air Europa y se comprometieron a pagar la deuda con esta aerolínea (130 millones de euros), pero no se produjo un acuerdo. El ministro de Transporte Aéreo, Alejandro Fleming, afirmó que el Gobierno «tiene la voluntad de pagar completamente la deuda» pero no dio explicaciones sobre cómo lo hará.
En el fondo del asunto está lo que el economista, Francisco Faraco, define como la «quiebra del Estado venezolano». El Gobierno de Nicolás Maduro tiene disponibles tan solo 3.000 millones de dólares en las reservas internacionales, y afirma tener otros 14 millardos de dólares en fondos externos, pero los compromisos de corto plazo son de al menos 54 millardos de dólares.
Otra analista financiera, Mariana Suárez, señala que «aunque los Estados no quiebran, si Venezuela fuera una empresa, en este momento estaría en default». Junto con el anuncio de la devaluación, el vicepresidente económico y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, señaló que «evaluarán» si reconocen todas las deudas con el sector privado venezolano correspondientes al año pasado, que suman unos 10.000 millones de euros. «En la práctica esto es una moratoria, pero no con los bancos, sino con las empresas», indica la analista.
Fuente: http://www.noticieroindustrial.com/
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